martes, 27 de agosto de 2013

¿Estamos todos? ¡pues que empiece el baile!

Casa rosada, Buenos Aires
¿Ya ha vuelto la Mari Caspa de Guadalmina? (Inciso - ¿Han visto ustedes las fotos de la Mari en la playa? No he podido evitarlo, me recordaron a las de Fraga en Palomares y eso que ella no llevaba un meyba...) De Mariano I el Rancio lo último que supe es que se iba a hacer las américas, creo que ha ido a preguntarle a la Kirchner cómo hace para mantener el atractivo tono de la casa rosada. Voy a ponerles una foto de allí para que vean dónde estuve en junio. Esa foto está sacada casi de noche, el color se lo dan los focos, de día es un tono más salmón.

Bueno, vamos a la tarea que uno no es como Mariano que puede dedicar el tiempo de vuelta al tajo para irse por ahí de pingo. Es un crack Mariano... ("todo es falso salvo alguna cosa...", "la segunda ya tal...",  "Fin de la cita"...) es mi héroe.
Hoy no sabemos por dónde empezar a cortar tela... no sabemos bien a quién hacer el traje, dudamos entre hacérselo a las mujeres en general (enseguida pensamos que no por eso de que deprisamente surge el vocablo de machista que incluye morro torcido y expresión de desprecio de aquella mi hermana más grande y más chica), otro posible cliente de la sastrería sería aquella que hacía simulaciones de retribuciones en diferido y con manga ranglan, aderezadas con peineta en carey de la más exquisita calidad y las más ostentóreas dimensiones.

Decía lo de hacer el traje a las mujeres porque me acabo de dar cuenta de que mis superioras directas son todas mujeres ¡y son seis! tantas como toros en una corrida de verdad, de las que le gustan a la Mari peinetitas. Seis hermosas criaturas de la prestigiosa .... no sigas por ahí que seis es el número de la bestia, no cargues la suerte que para eso hace falta mano izquierda y tú siempre has tenido dos manos derechas.

¿Entonces por dónde tiro?

Por donde quieras, pero no te metas en ese vericotal.

Mmmm, ¿hablamos de presupuestos que estamos en la época? 

A ver, lo que recuerdo de la época en la que estuve en Hacienda echando muchas cuentas con el presupuesto para gastos de personal. Ha llovido mucho de aquello, quienes mandaban eran los "rojos", don Bono para ser más preciso. 

Aquello era un teatro, no digo que lo sea ahora, seguro que las cosas han cambiado para bien. Nos tirábamos, desde mayo hasta el 30 de septiembre, calculando por bajo, como treinta personas entre las que estaban en las conejerías y las que estábamos en presupuestos, currando, a veces hasta las seis de la mañana (¡lo juro!). Preparábamos unos tochos completamente infumables, no había cristiano que se atreviera a leerlos y la feroz oposición, que eran uno o dos diputados, aguerridos, eso sí (entonces estaba con esos jaleos de números el que ahora es conejero de Administraciones Públicas, don Esteban) con la ayuda de un par de propios, en cosa como de diez días, decidían que lo que habíamos hecho estaba todo tan malamente que teníamos que hacerlos de nuevo, que devolvieran el toro al corral y los presupuestos a Hacienda. Si ya lo decía mi padre: ¡Qué atrevida es la ignorancia! ¡Presentaban una enmienda a la totalidás! (¿recuerda alguien si los rojos presentaron el año pasado enmienda a la totalidad? Me falla la neurona y me da pereza revolver en Internet).

Claro, don Bono decía que nasti y que presentaran enmiendas parciales. ¡Y lo hacían!

Pues a lo que iba con lo del teatro, que todos sabían lo que tenían que decir, unos que todo dabuti y otros que todo una caquita pero la realidad es que los presupuestos, en aquel tiempo un billón de calandrias, se decidían fuera de la ancha Castilla. 

Los créditos que concedería la banca se negociaban allende las fronteras de esta dura tierra, las primas de seguro se apañaban en las monterías, las campañas de publicidad (incluso las que se querían hacer pasar por inversiones productivas y se podría pensar que no son otra cosa que alimento de la prensa canalla para que no ejerza de cuarto poder) se maravillaban entre plato y plato de los más exquisitos restaurantes y la feroz se dedicaba a ponerse tiquismiquis con los gastos de representación, por cierto, que creo que la Mari Caspa los ha hecho desaparecer, no quiero de pensar que lo que hace es "convencer" a los interventores-interruptores para que los metan como gastos menos cantosos.

Los presupuestos de ahora son más serios, que no me río, que lo digo en serio, juer, qué mal pensá es la gente... Ahora si se ponen, tal que un suponer, 700 millones de lauros para la Política Agraria Comunitaria es que es eso lo que se va a gastar, que está explicado hasta el último céntimo en los tochos del presupuesto y no sigo que por aquí se acaba saliendo por el cerro Calero y hace calor.

Pues eso, que quien tenga ganas que se lea las comparecencias de los consejeros en las regionales Cortes con la excusa de hablar de presupuestos y me digan luego si no les ha pasado como a mí, que acaban con un lagarejo de números tal que parece que la cabeza quiere arder. Vi una comparecencia del año pasado en que hasta la diputada de la feroz, en este caso "roja", (se supone que era una experta y le dedicó mucho tiempo a estudiarse los presupuestos) decía que se hacía un lío con tanto número y a uno le parece que es precisamente eso lo que se pretende con el teatro/farsa de los presupuestos, desanimar a tó quisqui de acometer la tarea de intentar enterarse de lo que se hace con ¡nuestro! dinero. 

Bueno, pues dicho lo cual, el zarampo se retira a las profundidades del pozo que allí se está más fresquito.

Besos, abrazos, carantoñas, achuchones y jeribeques.

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