lunes, 14 de enero de 2013

Raca, raca, raca

El torete es por hacerle gracia a la Mari que yo sé que le va la fiesta
El viernes me fui a casa con una mosca detrás de la oreja del tamaño de un elefante de Botswana. Ello se debía al panfleto que recibí por email de uno de los sindicatos que están haciendo el juego de la patronal sobre la extra de navidad. Proponen los "defensores de nuestros derechos" que NO reclamemos, que hay hasta 2017 para recurrir, que tengamos calma... ¿Éstos se creen que podemos aguantar hasta entonces la cara de los tenderos habituales a los que hemos dejado "loros" considerables estas navidades?
¿Será que ellos no tienen esos problemas? Cuando veo cómo se manifiestan estos sindicatos no puedo dejar de pensar en liberaciones sindicales y subvenciones varias que no se emplean en la defensa de los trabajadores sino en otros intereses mucho menos confesables. Los sindicatos tienen que hacerle el juego a los ricachos y en especial a la banca porque es la que concede préstamos para campañas electorales y puede perdonarlos a los partidos políticos.
Ya hemos comentado en este pozo cómo algunos sindicatos están haciéndole el juego a la patronal desmovilizando a los trabajadores mediante la estrategia de proponer múltiples objetivos que, si bien en muchos casos están justificados, no serán alcanzables por la dispersión de esfuerzos y el agotamiento que provocan las innumerables llamadas a la movilización. Como decíamos, aparentemente se quiere movilizar a la gente pero lo que están haciendo realmente es paralizarla a base de miedo (multas en las manifestaciones, cajas de resistencia, presencia policial, identificaciones, ...) y agotamiento puesto que es imposible acudir a todas las convocatorias propuestas.
Un paso más en la estrategia del miedo a los currantes lo constituye la "explicación" de la estrategia para reclamar por vía judicial la extra de navidad. Lo primero que dicen es que tranquilos, que hay de plazo hasta 2017 para recurrir, luego dicen que mejor que esperemos a que los recursos que dicen que van a presentar los sindicatos se resuelvan y, como se ganarán podremos pedir "extensiones de sentencia". Por otro lado dicen que es mejor no recurrir cada uno porque las tasas judiciales son caras y tenemos que ir con abogado y procurador (teniendo en cuenta los números rojos que tenemos casi todos en las cuentas como para andar contratando abogados...). Luego dicen que los que hayan recurrido ya que sigan adelante porque si no lo hacen se puede entender que han consentido en no cobrar la extra y al zarampo le parece que hacer caso a estos "sindicatos de clase" es perder el tiempo y la extra.
Como la vía del recurso es individual lo que sugiere es un "Sálvese quien pueda" que no es más que el "divide y vencerás" división para los empleados públicos que haría que nos vencieran los ricachos y siguieran arramplando con nuestros derechos duramente conseguidos a lo largo del tiempo y con mucho esfuerzo.
Total, que al final hacen un batiburrillo de cosas legales que muchos no entendemos y el resultado es una nube negra que produce miedo y parálisis. 
El zarampo propone algo mucho más sencillo y efectivo. Se trata de seguir la estrategia de la carraca, seguir diciendo alto y claro a la Mari Caspa (me recuerda esta chica a la España en blanco y negro, la del "Cándido" y su motocarro, la de los señoritos y los caciques de "Los santos Inocentes", la del dictador bajo palio, los sabañones en las orejas y el ordeno y mando, la España más casposa que nunca hubo y de la que la gente de bien tuvo que emigrar a Alemania para ganarse las habichuelas como, por otra parte, están haciendo ya ahora nuestros jóvenes que no tienen expectativas de futuro en su tierra) que queremos nuestra extra. Con lo de Mari Caspa no se quiere aludir a que sea un poco espesa la chica, se lave poco, le cante el alerón o le hieda el aliento cual albañal, si se quisiera hacer referencia a que tenga mal aliento usaríamos, por ejemplo, el epíteto de Mari Caspa, la del aliento fétido, pero no se pretende tal cosa.
La carraca de esta semana propone colocar el cartel que se adjunta en los lugares más insospechados, desde los tablones de anuncios a los baños pasando por los archivos menos transitados. Una novedad para esta semana procede de una propuesta recibida en este pozo y es que, ante la aparición de los jerifaltes (jefes de servicio, delegados provinciales, etc.) por las dependencias en que curramos, nos encojamos de hombros. Esto significará que les recordamos que nos siguen debiendo nuestra extra de navidad, que no renunciamos a ella, que vamos a seguir reclamándola hasta que consigamos cobrarla y que no estamos dispuestos a permitir que nuestro dinero se utilice para pagar las enormes subvenciones de "sanear" la banca. Si la banca ha perdido dinero en la burbuja inmobiliaria que apechuguen sus directivos y accionistas con las pérdidas que cuando había beneficios no vino ningún Botín a repartir dividendos con los trabajadores y mucho menos con los empleados públicos.
Fijaos bien que no proponemos nada agresivo, nada de pedir mil explicaciones al jefe ante sus nuevas ocurrencias, nada de malas caras cuando nos comenten algo, nada de salir en desbandada cuando aparezcan por la puerta, sencillamente encogernos de hombros como diciendo "vosotros sabréis lo que estáis haciendo, lo que nosotros sabemos es que queremos nuestra extra de navidad".
Obsérvese que la carraca no niega la existencia de otros objetivos igualmente deseables, de lo que se trata ahora es de conseguir uno muy concreto, sin desviaciones para, una vez conseguido y con la energía obtenida con esa victoria plantear nuevas peticiones.
Ánimo con la carraca que ya veréis cómo da resultados bien pronto.
Seguimos recogiendo ideas para la carraca en Antonio.Martin.636@gmail.com
Feliz semana queridos paganini.

2 comentarios:

omar enletrasarte dijo...

esa 'casta' de burocracia sindical está por todos lados ¿no?
.
ya somos grandes, abajo los 'dirigentes' y arriba los 'representantes' sindicales que son mandatados por las bases
.
saludos y fuerza

Antonio Martín dijo...

Sí, los sindicatos se han pasado al bando que mejor les paga, los trabajadores sólo damos nuestros votos de cuando en cuando, pero los políticos y poderosos conceden liberaciones sindicales, horas libres, subvenciones, dejan organizar cursos...