DecĆa Warren Buffett: "Por supuesto que hay lucha de clases y la mĆa, la clase de los ricos es la que la estĆ” haciendo, y la estamos ganando". Mi inglĆ©s es manifiestamente mejorable pero creo que he captado bien el significado de sus palabras. Esto salió en el New York Times en 2006 y desde entonces la situación no sólo no se ha revertido sino que ha seguido empeorando para las clases menos favorecidas. Sólo tienen que darse una vuelta por esta pĆ”gina y verĆ”n que el mundo estĆ” escandalosamente mal repartido.
Dicho esto ¿quĆ© tiene que ver la distribución de la riqueza con la crisis del coronavirus? Pues tiene que ver porque una de las actividades en la que los ricos se han fijado para seguir aumentando sus beneficios es la sanidad. La sanidad privada no se va a preocupar de aumentar el grado general de protección frente a las enfermedades, ni tampoco va a luchar contra las epidemias, se conforma, en el lado asistencial, con asegurarse de que los que tienen dinero pueden defenderse de situaciones de riesgo mejor que los que no lo tienen.
Un super rico puede moverse tranquilamente a aquel lugar del mundo en que la epidemia sea menos virulenta. Los Aznar lo han hecho saliendo "como alma que lleva el diablo" de un Madrid amenazado seriamente por el virus a su lujoso y confortable chalet de Marbella. Pero hay gente que puede elegir, no sólo Marbella, sino aquel lugar del mundo en que haya menos probabilidades de ser atacado por el virus. "SÔlvese quien pueda" y ellos pueden porque tienen muchos recursos, es decir, mucho poder.
Mientras tanto, los pobres (y los no tan pobres porque es la inmensa mayorĆa de la sociedad) tienen que resignarse a ser atendidos, si tienen suerte, en una sanidad pĆŗblica que lleva mucho tiempo siendo sistemĆ”tica y paulatinamente desmantelada para dejarla convertida en una simple beneficencia.
AsĆ se da el caso de que, como los medios son insuficientes para atender a todos los que lo necesitan, los mĆ©dicos han de hacer una "medicina de guerra" en el sentido de que han de decidir a quĆ© pacientes se destinan los recursos existentes porque tienen mayores probabilidades de sobrevivir mientras que los mĆ”s dĆ©biles (ancianos, con otras patologĆas, etc.) son abandonados a su (mala) suerte.
AsĆ se da el caso de que, como los medios son insuficientes para atender a todos los que lo necesitan, los mĆ©dicos han de hacer una "medicina de guerra" en el sentido de que han de decidir a quĆ© pacientes se destinan los recursos existentes porque tienen mayores probabilidades de sobrevivir mientras que los mĆ”s dĆ©biles (ancianos, con otras patologĆas, etc.) son abandonados a su (mala) suerte.
Pero no es una cuestión de suerte, no, es el resultado de un mecanismo perfectamente diseñado y ejecutado con un único objetivo, maximizar el beneficio de los ricos.
HabĆa pensado hablar hoy de conciertos sanitarios, la forma de privatización de la sanidad que mejor conozco, pero lo dejarĆ© para otro momento, hoy me conformo con ponerles el enlace a la web de CAS-Madrid que lleva mucho tiempo trabajando contra la privatización de la sanidad. Su Ćŗltimo comunicado en relación con el coronavirus es de ayer, 19 de marzo, les invito a ustedes a darle una leĆda, es muy clarificador.
Que tengan buenas noches, amigos.
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