martes, 28 de abril de 2015

Una historia de miedo. Un cuento de zarampos. (V)

El día 20 publicamos el capítulo IV de esta historia de miedo, pueden darse una vuelta por ahí si no lo han leído y les apetece hacerlo.

Resumen de lo publicado: El zarampo ha pasado de la dirección general de Asuntos europeos donde puso en duda la legalidad de determinadas líneas de subvenciones según las normas de la Unión europea y el ambiente se le había hecho cada vez más irrespirable aunque entonces no vio la relación entre esas dudas que manifestaba y el trato recibido.
De ahí pasa al SESCAM donde trabaja en temas de conciertos, encuentra cosas que no están del todo claras en el procedimiento de gestión de los conciertos y, aparentemente sin relación con eso, recibe presiones de todo tipo como el que le pusieran un segurata a impedir sus movimientos por la sala en que trabaja, le dieran de baja durante casi seis meses por una enfermedad que no existe y llegaran a convocar a sus hijos a una reunión para meterles miedo con que el zarampo puede perder su puesto de trabajo. El mobbing no afecta sólo al tocapelotas sino también a sus hijos.
Después de una larga temporada en un despacho aislado del SESCAM le ordenan ir a trabajar a la conejería de Agricultura. Allí el zarampo intenta con toda su mejor voluntad integrarse en el servicio y seguir las instrucciones al pie de la letra, no sólo de su jefa directa sino también de sus compañeros.
 Seguimos.
 No era que el zarampo se integrara en esa conejería lo que estaba en los planes de la Mari Caspa ni su delegada Soriano (a la sazón conejera de Agricultura).
Cuando llegó allí, aparte de muchísimos ratos mano sobre mano, le encargan trabajos que no tienen nada que ver con su formación, con su experiencia ni con las oposiciones que tanto trabajo le costó pasar. Le dicen que haga unas hojas de cálculo con listados de inversiones sacados de otro ordenador, llegan a encomendarle trabajos que le tienen que explicar los auxiliares administrativos que no tienen ninguna complejidad más que la de aprender a meter datos en un ordenador sacándolos impresos de otro. Le ponen a rellenar expedientes de modo repetitivo e incluso le asignan algunas de las tareas que desempeñaba una auxiliar administrativa que se ha ido a otro puesto de trabajo.
También le dicen que hay que revisar unas memorias económicas de las encomiendas de gestión que se hacen a la empresa GEACAM.
Aquí hay que hacer un inciso, hay que comentar que, mediante las encomiendas de gestión, GEACAM realiza labores propias de la administración pero no es propiamente administración, es decir, que como es una empresa, pública pero empresa, contrata trabajadores con los mecanismos de las empresas privadas, o sea, sin tener en cuenta los requerimientos del Estatuto Básico del Empleado Público que exige tener bien presentes los principios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad además del de publicidad
No se está sugiriendo con esto, ni por lo más remoto, que en GEACAM se pueda llegar a contratar a alguien sólo porque es amigo de otro alguien o más o menos afecto al régimen.
Es por ese Estatuto Básico por lo que, con todas sus deficiencias, se exige pasar a los empleados públicos por pruebas que demuestren en condiciones de igualdad, sus méritos y capacidades en las temidas, odiadas y muchas veces vilipendiadas pero también muy deseadas oposiciones públicas. Podría darse el caso de que se le pidiera a GEACAM, un suponer..., contratar a alguna persona determinada, con nombres y apellidos, porque supiera de temas relacionados con el Consejo de Ministros de la Unión europea y se eligiera a alguien concreto porque, sabe mucho de eso.
Vale, de allá para cuando le encargan revisar memorias económicas, se dice que muy bien, para eso estudió y para eso está ahí, para hacer de economista. Pero hete aquí que le detallan el contenido del trabajo. La primera vez le dicen, textual: “Mira eso y a ver qué ves”. Esas fueron todas las instrucciones. Cuando preguntó que por qué había que hacer ese trabajo se lo explicó, en plan dictatorial, hablando muy deprisa, en voz muy alta, sin dar margen a pedir ninguna información complementaria y en público ¡la jefa de otro servicio!
Vale, se pone a ello con su mejor intención y empieza a ver deficiencias en la memoria, dice que hay cosas que no están claras, que no están bien motivadas ni económicamente justificadas, explica  sus motivos y le dicen, textual: “Los de montes es que son unos chapuzas pero tú no te preocupes, limítate a repasar las cuentas, a ver si las sumas están bien hechas
¡Tócate los cojones! O sea que lo único que quieren es que repase las sumas a todos unos señores ingenieros de montes porque ellos no se ocupan de esas cosas menores ni nadie en esos servicios tan importantes … Se entiende que es lo único que quieren porque no le piden más informe de lo que ha visto en la memoria y le consta que de las observaciones que hizo de otro tipo pasaron olímpicamente.
Al zarampo no se le caen los anillos por hacer ningún trabajo, si hay que hacerlo se hace, pero no está dispuesto a quitar el puesto de trabajo a ningún auxiliar administrativo como tampoco está dispuesto a dar ruedas de prensa en lugar de la conejera de Agricultura.
No es por nada, es que no es su misión, no es cuestión de que sepa hacerlo o no (es más, cree que si él diera ruedas de prensa serían mucho más divertidas que las que da la Soriano) es que los ciudadanos no le pagan lo que le pagan para usurpar las funciones de ningún otro grupo administrativo.
Cuando el zarampo se arma de valor y le dice a su jefa de servicio que no va a hacer la tarea que estaba haciendo la auxiliar administrativa que se fue ¿qué dirán que pasó?
¡La jefa montó en cólera! Que si aquí todos hacemos de todo ..., que si no hay que ser remilgados ..., que no se nos tienen que caer los anillos por nada, … y un montón de cosas más de las que no se acuerda porque se puso nerviosísimo al ver el descomunal cabreo que se había cogido la señora...
En otra ocasión le encargan unos de esos expedientes repetitivos que son las modificaciones presupuestarias. En ellos de lo único que se trata es de rellenar unos cuantos papeles en un ordenador con datos impresos sacados de otro ordenador. Le manda dos expedientes de esos tan aburridos y que él hace por no estar más tiempo ocioso aún sabiendo que no es trabajo suyo pero, bueno, el compañero auxiliar que hace normalmente esos expedientes está de vacaciones y él está parado: se pone a ello.
Cuando le encarga el tercer expediente de modificación presupuestaria del día, no se sabe qué gesto hizo el zarampo, sólo gesto porque no dijo ni una sola palabra, ni cómo lo interpretó la doña que empezó a darle voces, ¡en público!. Que si ya ve cómo está el servicio que estamos bajo mínimos ..., que si le parece que ese trabajo no es de su categoría que se queje a la jefa (se supone que a la Secretaria General), … y alguna que otra lindeza de la que no se acuerda por lo violentos que le resultaron la situación, la actitud de la jefa y sus modales: la cara desencajada, el tono estridente, el verbo acelerado, el ceño fruncido, la tez enrojecida, ...
Hay que decir aquí que si el servicio estaba bajo mínimos era porque ella había autorizado, por supuesto sin consultar antes con ninguno de los que tendrían que asumir la carga de trabajo de los que se iban de permiso, las vacaciones de la gente e incluso llegó a exigir al zarampo, como siempre en voz alta, con tono autoritario y desabrido y en público, que pusiera su plan de vacaciones en el cuadrante de las de navidad para ella autorizarlas o no.
En resumidas cuentas, que lo que la jefa de servicio quería era establecer una relación en el trabajo de madre-hijo lo cual no es precisamente lo ideal en ese entorno, mucho más porque ella, por edad, podría ser la hija del zarampo. No se va a comentar ahora cómo son las relaciones que establecen las jefas con el resto de compañeros del zarampo pero también sería interesante dedicarles aunque no fueran más que unas líneas.
 Todo este tratamiento: el traslado a Agricultura sin siquiera consultar su opinión, la elección de las tareas encomendadas, las interminables horas sin tener nada que hacer, etc. no son otra cosa que más maniobras de mobbing, de acoso laboral continuación del sufrido en el SESCAM y que se le aplica al zarampo por haber dado en el vicio de pensar por su cuenta.
Ése y no otro era el plan que los peperos habían diseñado para el zarampo: le vieron resignado a su desgracia en el SESCAM, le creyeron débil y pensaron que había llegado el momento de rematarle en Agricultura.

No hay que perder de vista que un zarampo es siempre un zarampo y en este caso se trata de un zarampo tocapelotas que insiste en comprobar cómo se están respetando la letra y el espíritu de las leyes, esas que decíamos antes que se hacen para el bien común ...
¿En qué se traduce en la Consejería de Agricultura el tocapelotismo del zarampo?
Se lo voy a explicar ...,
Inciso: el que haya llegado hasta aquí leyendo que lo diga porque está invitado a comer "a tó estrozo" porque se lo ha ganado.
El tocapelotismo del zarampo en Agricultura se traduce en que cuando está parado, y tiene muchísimo tiempo para ello a consecuencia del mobbing, se dedica a intentar comprender los fines reales de la Consejería de Agricultura, para qué están allí los funcionarios trabajando y qué servicios prestan a los ciudadanos.
A medida que va llegando a conclusiones las va comentando, inocentemente, con sus compañeros junto con sus opiniones. Y éstas opiniones van siendo cada vez más críticas a medida que comprende los objetivos reales de la Consejería.
También cuando hay tiempos muertos en el trabajo comenta cosas como que les han robado la extra de navidad de 2012 y que se la deben, entera y con intereses porque el sueldo que les prometieron a todos al entrar en la administración era de catorce pagas al año y quitarles una es mala fe contractual y abuso de autoridad.
Maravillosamente hay entre los compañeros quien dice que lo peor es que les hayan quitado los moscosos, que las congelaciones de sueldo le dan un poco igual y hay quien dice que lo de la extra de navidad de 2012 hay que echarlo a beneficio de inventario. Hasta ese punto ha llegado el grado de sometimiento que tienen los funcionarios y el miedo que tienen a decir nada ni siquiera lejanamente crítico con la administración ...
¿Qué motivos podría tener el zarampo para opinar críticamente de la labor de la Consejería?
La mayoría de ustedes sabe que existe una cosa que se llama PAC (Política Agraria Comunitaria), también saben que sirve para dar subvenciones a los agricultores y en Castilla la Mancha hay muchísimos agricultores.
Los objetivos declarados de la PAC son dos: asegurar el suministro de alimentos de calidad en la Unión europea y asegurar unas rentas decentes a los agricultores europeos.
Nada que objetar a esos objetivos, aplausos: plas, plas, plas, …
Para alcanzar tan nobles objetivos se vienen destinando nada menos que ¡setecientos (700) millones de euracos! más o menos cada año.
 Ese numerillo es el importe del presupuesto inicial sólo de los pagos directos de la PAC para 2015, hay otras muchas partidas de gastos bajo la rúbrica de la PAC (Programa presupuestario 718A Política Agraria Comunitaria) pero hablaremos sólo de los pagos directos por ahora, más adelante se podría ampliar la información. Ese montón de millones nos da la bonita cifra de, esperen que eche mano de la calculadora, más de 116.470 millones de antiguas calandrias (ciento dieciséis mil cuatrocientos millones de pesetas ¡cada año!)
La Consejería de B.Social, cuando el zarampo estaba allí, tenía un presupuesto anual de unos 33.000 millones de pesetas y con eso se pagaban todas las Residencias de ancianos, todas las guarderías infantiles, se daban subvenciones a la vivienda rural, se daban subvenciones a los dependientes, a mujeres maltratadas, a niños en acogida y hasta daba para el turismo social que servía para que los mayores pudieran hacer viajes a Santander, Sanxenxo (no ha mucho se publicaba en la prensa canalla que don Bono había estado en Sanxenxo a cuerpo de rey …) o a Baleares; también se pagaba con eso el programa de termalismo social para personas mayores y, por supuesto, también se pagaba el coste de los empleados públicos que gestionaban todo eso. ¿Y sólo en ayudas de la PAC ahora se gastan 116.470 millones de rubias? Espero que tengan un buen destino porque es un porrao de pasta.

Y lo vamos a dejar por hoy aquí que hay otros menesteres que me reclaman.
Disfruten de la tarde, queridos paganostris.


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