martes, 10 de mayo de 2022

Sobre machismo, caza, hembrismo y otros abusos de poder.

¡Buenas tardes!

Hace mucho, muchísimo tiempo, que no vengo por aquí pero hoy me parece que es un buen momento para hacerlo. Se me han dado varias circunstancias, de lo más variopintas, la verdad, pero, con todas ellas juntas, voy a contarles algo.

El detonante de este post ha sido que, estando en un curso sobre "Nuevas masculinidades" en el que se ha empezado a abordar el tema del machismo/hembrismo (me alegra que haya salido el término hembrista porque también existe), una compañera ha mencionado un incidente doloroso con un hombre. La verdad, como no oigo muy bien a pesar de mis audífonos y esfuerzos, no he entendido claramente qué tipo de incidente estaba relatando, pero creo que no es relevante la clase del mismo, pudo ser una agresión sexual, un menosprecio, un "piropo" o alguna otra manifestación de machismo.

Sí, estoy de acuerdo con que el machismo existe y es intolerable. Quizá en otro momento escriba sobre mi visión de las relaciones entre sexos (¿o mejor géneros?) pero hoy voy a hablar de caza...

Había pensado poner la foto de alguien muy conocido por su afición a la caza (¿o mejor decir a la carnicería?) pero creo que no hace falta ¿verdad?

¡Vaya jaleo que estás montando! Machismo, caza, poderosos, ... ¿falta algún ingrediente?

Pues no lo sé, puede que vayan saliendo más sobre la marcha.

Sobre el detonante, una compañera, que ha sentido, con razón, miedo en demasiadas ocasiones por culpa del machismo, decía que esa situación se había producido porque ella era una mujer.

Ahí he saltado, he dicho que la clave no está en que ella era una mujer y el agresor un hombre, me parece que lo relevante es que ella era, en ese momento, más débil que su agresor.

Me explico, he contado en el curso cómo una "señorita", a los cazadores que van al pueblo de mi madre a los ojeos de perdices se les llama señoritos, se dirigió a mí en términos, digamos, poco amables.

A mí me gustaba ir de caza, me recordaba los buenos tiempos en que mi padre y su querido primo, salían al campo y se contaban sus anécdotas. Aquello era una gran fiesta, de verdad, verles disfrutar juntos era lo mejor que me podía pasar en aquellos tiempos.

Bien, en el pueblo de mi madre, España vaciada, que ahora tiene unos 350 habitantes y nunca llegó a los mil, se organizan cacerías de perdices en forma de ojeos. Eso no es caza, es solamente un ejercicio de tiro al blanco, aparte de lo que tiene de exhibición de vanidades.

Incluso yo he estado en una de esas cacerías como "secretario" de un señorito y su hijo. Un "secretario" hace el trabajo duro, lleva las escopetas, los cartuchos, las pantallas de metal para cubrirse de disparos de los puestos vecinos, se encarga de recoger las perdices muertas y hace alguna otra cosa. En aquella cacería estuvo Fraga, con su andar tambaleante y esa cabeza en la que cabía España. Uno de mis primos fue su "secretario". Aquel día, Fraga lo trató bien. A mí me impresionó un poco ese señorito porque hablaba de la caza de la becada y parecía tener mucho conocimiento de causa. Aquel día me pagaron, hace tiempo ya... 1.400 calandrias por hacer de "secretario" de mi señorito. La verdad, aquel don Miguel, me trató bien, me pagó más que a los otros "secretarios" y fue, en todo momento, respetuoso conmigo. En aquellos tiempos los señoritos pagaban 5.000 pelas por cada perdiz muerta y, sin necesidad de ser un Teba (prototipo de buen tirador), es muy fácil matar en un día 50 perdices, te las ponen "a huevo" además de que no son perdices autóctonas sino criadas en jaulas por lo que su capacidad de vuelo es aún más limitada. Eso da la bonita suma de 250.000 pelas en un día. Hay que tener el riñón bien cubierto para permitírselo ¿eh?. En ese mismo pueblo de mi relato ahora se pagan, al menos, unos 25 o 30 euros por cada perdiz muerta, eso da 1.250 euros, al menos, en un solo día por darse el lujo de pegar tiros, presumir y  hacer alarde de su poderío ante una población que tiene muy pocos ingresos y es fácil conseguir su sumisión. A los ojeadores les pagan 50 euros al día y a los secretarios, según la mayor o menor "magnanimidad" del señorito, entre 70 y 90 euros por cacería.

A lo que voy, que me disperso...

No hace mucho tiempo, después de 2004, fui a ese mismo pueblo a ver una cacería. Mi atuendo no hacía suponer una gran riqueza, lo cual, por supuesto, es correcto, no puedo pagarme una cacería de perdices a 1.250 euros al día ni he podido nunca, tampoco lo deseo.

¡Que te vas por las ramas!

Es que hace mucho tiempo que no escribo, ¡coñes! aguantad un poco al anciano, por favor...

En esa cacería en la que estuve de espectador creo que no fui muy bien recibido, lo de que haya espectadores en las cacerías no es habitual. Sí recuerdo la cara de la gente del pueblo cuando se refería a don Borja, con un gran respeto ¿o mejor decir miedo?

Hubo algunos otros detalles "curiosos", como el que los señoritos fueran en sus flamantes Range Rover y los ojeadores en los remolques de los tractores.

¡Al grano!

Voy: entre ojeo y ojeo, una señorita (¿señoritinga?), abrigo Loden y sombrero de fieltro verde, como mandan los cánones, se dirigió a mí. Acercándose, tiró (no, no se le cayó) una botella de plástico de agua, vacía, al suelo y me dijo que si la iba a dejar ahí...

Le pregunté que por qué tenía que recogerla y me dijo que porque estaba ensuciando el campo.

Mi respuesta fue que muy biodegradable no parecía, la verdad...

Ella se quedó un poco, creo, sorprendida/asombrada pero no recogí esa botella. 

Otro de los señoritos, también bien vestido para la ocasión, se acercó y, atendiendo el capricho de la mujer, recogió la botella.

Y ahí quedó la cosa...

¿Qué quieres decir con esto?

Me refiero a que vi un intento muy claro de humillarme, de ejercer el enorme dominio que su capacidad económica y status social, ya que no su educación, le daban. Quiso humillar a alguien que, claramente, no estaba a su nivel.

Es verdad que no me pegó, no ejerció violencia física, entre otras cosas porque mido 1,90 y nunca he sido un alfeñique, pero hubo, a mi modo de ver, otro tipo de violencia muy dolorosa.

Creo que no se puede decir que ese detalle fuera un caso de hembrismo, no porque lo ejerciera una mujer sobre un hombre se puede hablar de hembrismo, no es eso.

Se trata, a mi modo de ver, de un intento de abuso de poder. 

Lo que creo que tiene que ver con el machismo. El que lo ejerzan, en su gran mayoría, los hombres sobre las mujeres, no es más que otra manifestación de abuso de poder. Pienso que, en esta España del siglo XXI, siguen dándose casos así con demasiada frecuencia. Pienso que seguimos estando como en la película de "Los santos inocentes" en su relato más crudo, o en la España de "La escopeta nacional" en su relato más jocoso.

El que el señorito Iván (en "Los santos inocentes") tratara mal a la Régula no es un caso de machismo, es un caso de abuso del poder, como también lo hacía con Paco "el bajo" a quien trataba como a un perro, en el peor sentido de esa expresión. En esa misma película, la señorona dueña de la finca, hace que las personas que trabajan, y malviven, allí, se pongan en fila para recibir una miseria en forma de regalo por el cumpleaños del nieto. Los trabajadores de la finca se lo agradecen con todo respeto. No hace lo mismo el Quirce, el hijo de Paco "el bajo", ¡olé sus huevos!, cuando el señorito Iván le quiere dar una propina.

Otro caso que me dolió mucho fue el de Celia Villalobos llamando a su chófer, Manolo, con modales, digamos, no muy refinados. Poco dignos de toda una "madre de la patria" que llegó a presidir, aunque sólo circunstancialmente, el Congreso de los Diputados. Y no, no es un caso de hembrismo. No es el término correcto.

Pienso que es el mismo caso de la esclavitud en Estados Unidos en su momento, no es una cuestión de racismo, es de abuso de poder. Podría citar otros casos de personas trabajando en condiciones de semi-esclavitud en la actualidad, pero quizá eso sea motivo de otro post.

Creo que debo matizar que los términos de machismo, hembrismo, racismo, ... siendo correctos, se refieren a diferentes manifestaciones del abuso de poder.

Es verdad también que me duele que se use la palabra machista, que en muchas ocasiones me he dado por aludido cuando he oído decir que hay veces en que los hombres ejercen violencia contra las mujeres. Pienso que es verdad, existe el machismo y es completamente indeseable e injustificable. El que a mí me duela mucho cuando me siento incluido en esa generalización, se debe a que, en varias ocasiones, una de mis hermanas, me lo llamara, con todas las letras, cuando se quedaba sin argumentos. Pero, bueno, esa es otra historia...

Que tengan una buena tarde, queridos zarampaires.




 




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Según lo estaba leyendo me estaba imaginando las dos películas que más adelante has mencionado.
Y si, en casos de esos, pienso que es abuso de poder, cuando se trata mal y con prepotencia, tanto a unos como otros por el simple hecho de haber nacido en familias humildes.
Pero en el caso de machismo y hembrismo que también existe y soy mujer, el abuso de poder se debe de diferenciar con estas palabras, al igual que se hace cuando es por parte de un/a padre/madre hacía su hij@, un/a niñ@ hacía un compañer@, un/a alt,a mando hacía sus emplead@s, etc., etc.
Tod@s abusan de su poder pero hay que especificar qué tipo de poder se utiliza, para aplicar la ley más conveniente al hecho

Antonio Martín dijo...

Creo que tienes razón, es necesario aplicar los términos correctos a cada abuso de poder, tienen características distintas y hay que tratarlos con herramientas diferentes.