martes, 11 de diciembre de 2012

A Belén pastores, a Belén chiquillos que la Mari Cospe cena sobaquillo

Tamaño aproximado de lo que nos quieren meter
Hoy ha sido un día especial en la oficina, han venido los sindicatos a "dar" una asamblea siguiendo la ronda de asambleas que están "dando" en los centros administrativos de la Junta de la ancha Castilla.
Pongo las comillas en "dar" porque una de los sindicalistas lo ha dicho de este modo y me ha recordado a otros que dicen que los curas "dan misa".
Digo que es un día especial porque es raro que los sindicatos vengan a hacer asambleas a mi trabajo no porque no haya motivos sobrados para hacer asambleas y movilizaciones sino porque vienen muy de tarde en tarde.
Tengo un crítico "feroz" que dice que la teoría que les voy a comentar hoy se explica a sí misma y creo entender que piensa que no es científica porque puede explicar todos los fenómenos. Me gustaría escuchar sus opiniones.

La teoría que planteo es la siguiente:

1º) No vivimos en una democracia, ni en España ni en Europa ni en Estados Unidos ni en otros lugares, sino en una plutocracia. Es decir, un sistema donde mandan los ricos.

2º) El objetivo de la clase dirigente es acumular la mayor cantidad de poder (coacción física, dinero e información) posible.

3º) Para que la clase dominante acumule poder tiene que arrebatárselo a todos los que se dejen, principalmente a lo que llamamos ciudadanía. Los ciudadanos pierden poder, incitados por los poderosos especialmente a través de los medios de comunicación a quedarse exclusivamente en las funciones de productor-consumidor-espectador.

Esta teoría no la he inventado yo, no me da la imaginación para tanto, la he sacado de aquí y de aquí

Parece ser que no está claro de quién son "Las diez estrategias de manipulación mediática" pero a mí me parece que de ambos escritos puede deducirse la teoría que planteo y que me parece que se ve demostrada a diario por la realidad.

No hace mucho escribí un post en este Pozo sobre la huelga general del 14 de noviembre. La idea central que planteaba allí era la de que esa huelga, y otras anteriores, tenía como objetivo principal no el anunciado -ya no recuerdo la justificación de la huelga ni las reivindicaciones concretas y me temo que otra mucha gente tampoco- sino el de agotar a los ciudadanos.  El mismo motivo habría tenido la anterior huelga general del 29 de marzo así como la huelga que en la Junta de Castilla la Mancha se hizo el 29 de febrero. 

Hoy quería comentar cómo el papel de los sindicatos en este momento es el de aparentar que quieren movilizar a los trabajadores cuando en realidad están contribuyendo a paralizarnos, a que asuman que son lo que los ricos quieren que seamos.

Las diez estrategias de manipulación mediática parten de la base, para mí correcta, de que lo que mueve o paraliza a las personas son las emociones. En esas diez estrategias se habla de inducir en las personas las emociones del miedo y la culpabilidad. Estas emociones provocan depresión y la depresión produce parálisis ¡y sin acción no hay revolución!

Pues bien, hoy los sindicatos han dado un auténtico recital de miedo, lo han citado expresamente diciendo que no hay que tener miedo pero citando todas las posibles causas de miedo que los ciudadanos, en este caso empleados públicos, podamos tener lo cual nos ha obligado a pensar en los motivos para tener miedo. 

Estoy en un sitio, el Sescam, donde el miedo tiene un componente especial puesto que se trabaja con la salud de las personas, eso quiere decir que algunos ¿conspiranoicos? podríamos creer que nuestros jefes tienen acceso a nuestra historia clínica -convenientemente informatizada y accesible para todos los que tengan las claves adecuadas desde cualquier sitio de esta Castilla de mis pecados- y saber qué enfermedad nos produce más miedo porque la padezcamos o porque la hayan padecido nuestros allegados. Por ejemplo podría utilizarse para paralizar a algún discrepante la mención a la sangre si es que tiene miedo a ella.

Otro factor que puede producir miedo entre nosotros es saber que nuestros inmediatos superiores -jefes de servicio- tienen línea directa con los hospitales y que éstos dependen de los servicios centrales, por ejemplo, para conseguir mejores dotaciones presupuestarias destinadas a incentivos al personal sanitario o la capacidad de disculpar o no determinadas dificultades (no diré corruptelas) que la gestión diaria conlleva. Salvo que alguno crea que nunca puede caer enfermo es probable que muchos sintamos miedo a que se pueda presionar a los médicos concretos que han de atendernos. Es un miedo completamente injustificado porque los profesionales sanitarios tienen muy claro que su labor consiste en curar personas, no maltratarla, pero el miedo es libre, cada uno coge el que quiere y no hace falta citarlo directamente para que cada uno sepa el poder que tienen, o podrían llegar a tener, nuestros jefes.

Ese miedo podría ser el motivo de que muy pocos compañeros han acudido a la asamblea convocada por los sindicatos. Los que han ido se podría decir que son los más "revolucionarios" o más concienciados de su labor, sus derechos y su poder. Es decir, según mi teoría, aquellos a los que más interés podrían tener los poderosos en mantener calladitos.

Se ha citado que se ha despedido a muchos interinos, que se ha abierto la posibilidad de hacer ERE's y despedir así al personal laboral, se ha citado que los conductores están preocupados por la creación del parque móvil de la Junta que parece reducirá los puestos de conductor, se han dado números, incontrastables y enormes, de personal estatutario (médicos, enfermeros, ...) despedido, se ha citado la pérdida de puestos de trabajo que ha significado el último concurso de traslados y se ha dicho que detrás de los laborales podía llegarse a despedir a funcionarios de carrera simplemente cambiando unas palabritas en la ley para aplicarnos las mismas normas que sirven para despedir personal laboral. Se ha mencionado la tramitación en las Cortes regionales de los presupuestos de 2013 con la referencia a "enormes" recortes en los gastos de personal especialmente sanitario, docente y de prestación de servicios sociales. Se ha citado, de pasada, que nos han quitado la paga de navidad pero no se ha hecho referencia a la pérdida de salarios que hemos tenido los empleados públicos desde que Zapatero nos aplicara el primer recorte a los sueldos.

Todas estas referencias nos obligan a pensar en las diferentes posibilidades que se han usado para perjudicarnos y, han añadido, que se van a seguir produciendo lo que produce un enorme MIEDO. Los que estén pensando en movilizarse se lo pensarán dos veces antes de echarse a la calle como han pedido los sindicatos, yo creo que "con la boca chica".

Ha habido intervenciones de los asistentes, mezclados entre el público destinatario, que me han parecido significativas, una persona ha dicho que los funcionarios somos muy comodones lo que me parece que suscita un fuerte sentimiento de culpabilidad tal como se cita en las estrategias de manipulación mediática. Otra intervención ofrecía el "amparo" de una pancarta no sindical con la que protegerse en las próximas movilizaciones que se plantean, yo creo que ese "amparo" está destinado a canalizar las energías de aquellos que no sienten apego por los sindicatos.

Una tercera intervención se ha quejado de la gran cantidad de convocatorias de movilización (viernes en negro, huelgas generales y en la Junta, manifestaciones, encierros, rodeos de hospitales, etc.) que van minando la energía de la gente y hacen que en cada una de estas convocatorias se haga el ridículo por la cada vez menor asistencia. Ha habido varios que han apoyado esta idea pidiendo menos convocatorias para que fueran más impactantes por su seguimiento. Los sindicatos han justificado la multitud de convocatorias por la magnitud y profusión de agresiones sufridas pero yo creo que lo que se persigue con esta cantidad de llamamientos es precisamente eso: que cada vez la gente los atienda menos. A ello contribuye la sensación de que las movilizaciones no sirven de nada.

Los sindicatos dicen que las movilizaciones han servido para que la Mari Cospe haya cesado al anterior consejero de Administraciones Públicas y se haya cambiado al anterior Director general de Función Pública. A mí me parece que esos ceses pueden no haber tenido su causa en las movilizaciones, sobre todo porque no creo que el cambio de puesto de Labrador haya sido un castigo sino que muy bien puede interpretarse como premio. El cambio de DG de función Pública puede haberse debido a errores suyos con el método o roces con sus superiores y no haber sido originado por la presión de los trabajadores. Como último resultado de las movilizaciones dicen los sindicatos que se ha ralentizado el ritmo de las agresiones a los empleados públicos y que ¿¡cómo estaríamos si no se hubieran producido movimientos entre los empleados...!? Miedo, miedo y más miedo, miedo paralizante.

Además se ha hecho otra llamada al miedo "aliñada"  con una solicitud de pasta. Se ha dicho que se decidió en asamblea de empleados públicos (a la que asistí y fuimos poco más de cuatro no sindicalistas) no hace mucho crear una "caja de resistencia" para pagar multas impuestas a compañeros de otros centros "por alterar el orden público" haciendo constar que esas multas podrían haber recaído en cualquiera ¿de nosotros?.

En la asamblea se ha comunicado que hay convocada una "cena de sobaquillo" (¿se imaginan ustedes cómo olerá el bocata japuta que el personal lleve? ¿no da un poco de asquito pensar en ir a esa cena?) para el día 14 de diciembre para protestar, en apariencia, por la eliminación de la paga de navidad. Digo que en apariencia porque para el 14 de diciembre ya estará decidido lo que hacer con esa paga, sondeada la profundidad de la depresión de los funcionarios y sólo servirá para poner "otro clavo en el ataúd" de la rebeldía de los empleados públicos. 

También se ha dicho que hay convocada una mega-hiper-manifestación en Toledo para el 22 de diciembre a la que se ruega multitudinaria asistencia y se insta a los asistentes a hacer proselitismo entre compañeros de trabajo, amistades y familia diciendo que no se cree el sindicalista de turno que no seamos capaces cada uno de convencer a diez, quince,... personas, que nos llama a ser "dinamizadores" de la protesta como si no supiera que los que no van a la asamblea menos irán a la manifestación y que no quieren ni oír hablar de sindicatos ni la madre que los peinó. Excuso decir cómo pueden recibir los amigos y familiares de los ya de por sí bastante agobiados sus ruegos de echarse a la calle el día de la lotería sin que les haya tocado ni un duro en la pedrea.

A todo esto, ¿qué es lo que realmente preocupa a los poderosos? ¿a qué viene esta febril actividad sindical?. Lo que preocupa en este momento es el malestar que sentimos por la eliminación de la paga de navidad y la Mari Cospe, en su doble papel de presidenta en Castilla la Mancha y su obligación de hacer méritos en Madrid para tener contento a don Brey quiere sofocar por completo las ganas que algunos ingenuos, asustados, jodidos y más que justificadamente indignados pudieran tener de organizarse de verdad y tomar acciones realmente efectivas.

Han puesto en mi curro un belén, a ver si mañana me acuerdo de hacerle una foto y se la pongo. Un belén lleno de incongruencias, la primera que tiene burro y buey cuando dios Benedicto XVI ha dicho que les han desahuciado y no deben figurar en los belenes nunca jamás pero lo peor, a mi modo de ver, es que han puesto reyes magos y mucho me temo que va a hacer falta algo más que magia para que estas navidades tengamos regalos de reyes.

Quizá no haga falta este resumen pero creo que los sindicatos están jugando el papel que les han asignado los ricos, es decir, el de ayudar a paralizar a los trabajadores para que se dejen extraer con mansedumbre toda la energía (poder) posible. Llámenme conspiranoico o lo que se les ocurra pero cada vez estoy más convencido de que estamos en un gobierno de ricos para ricos en el que quieren que los curritos seamos muy activos en nuestro cometido de ser productores, consumidores y espectadores.

Quizá alguien se pregunte cuál es la solución que propongo, pero lo dejaremos para otro día que la parrafada de hoy ya es más que considerable.

Que tengan buena semana queridos paganini.

3 comentarios:

Pablo Martín Calvo dijo...

Estimado Zarampo:

Comienzo mi comentario diciendo que mi crítica será "feroz", como me gusta que sean siempre.
Ya sabes que normalmente lo que yo critico cuando hablo contigo es que las teorías que tenemos, si queremos que sean aceptadas como verdaderas y valiosas, deben tener algún fundamento. Este fundamento puede venir de su condición de científicas o no. Una característica de las teorías científicas es que explican fenómenos actuales, y de ellas se derivan una serie de consecuencias que suponen una especie de predicción de futuro.
Pero una cosa esencial de estas teorías, es que para que sean tenidas como verdaderamente valiosas, no pueden explicar a la perfección un fenómeno y su contrario. Es decir: que nuestra teoría no puede explicar que haya una gran actividad sindical y que no haya ninguna, o que los sindicatos nos hablen de cómo nos pueden meter miedo los poderosos o que no nos hablen de ello, o que nos encorajinen para seguir manifestándonos o que nos desanimen porque "no va a servir para nada". ¿Crees que tu teoría puede no explicar alguno de estos fenómenos? ¿Qué circunstancia se tendría que dar en la sociedad para que tu teoría pudiese ser refutada?
Dando por hecho que tanto las 10 estrategias que plantea Chomsky me parecen interesantísimas y hay que estar muy alerta para evitar que nos engañen con ellas, al igual que hay que ser capaces de analizar la información con la que se nos bombardea para discriminar lo que es válido de lo que no, para evitar que se nos manipule a través de los medios de comunicación, tengo serias dudas de que todos los fenómenos que tú explicas como perfectamente plausibles dentro de tu teoría, no sean igualmente compatibles con los fenómenos opuestos.
Por lo tanto: ¿qué tipo de predicciones harías con tu teoría? ¿Qué fenómeno te haría abandonar dicha teoría? Para que los demás podamos intentar refutarla y sacarte de ella o, por el contrario, sumarnos a tu teoría. Porque al no explicitar qué va en contra de tu teoría no podemos intentar refutarla, y por tanto esa teoría se va confirmando poco a poco a sí misma (independientemente de lo que ocurra).

Un abrazo.

Antonio Martín dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Antonio Martín dijo...

Muchas gracias por tu comentario, Pablo. Me encanta que tengas esa capacidad para analizar las cosas y me ayudes a mejorar lo que pienso y digo. Estudiaré lo que comentas e intentaré dar una respuesta.

Un abrazo